domingo, 16 de septiembre de 2012

InToCaBLe


Tan cerca, pero a la vez tan imposible de atrapar… Al alcance de tus manos, pero tus dedos no pueden rozar la belleza de un pasado que nunca volverá. La ternura de unos recuerdos instantáneos inmortalizados en el tiempo deja tu corazón helado, imposible de derretir por otro aliento que no sea el suyo.

Aunque lo intentas. Con todas tus fuerzas. Días de sol y noches de lluvia. Amaneceres nublados y atardeceres de fiesta. Semanas tambaleantes en soledad y fines rodeados de gente. Pero falta ella. Su esencia, su aroma, su fervor, inquietud, su tan atractiva naturalidad y sencilla bondad esbozando de energía ya no está para abrazarte con miles de sensaciones que no podrás olvidar. Las guardas en la retina de tu memoria que intentas apartar cada vez que piensas reemplazar.

Pero las noches tristes y vacías escondido en tu habitación siempre vuelven. Y el peso del deseo, ahora perdido en el limbo de un tiempo que se nos va, te lleva por caminos que nunca te la devolverán. Porque decidiste dejar escapar cuando tenías la burbuja de cristal justo delante de ti. Mantenerse al margen está bien. Pero a veces, tienes que sopesar. Porque ello puede que te impida actuar en uno de los pocos momentos en tu vida que realmente tenías que haberlo hecho. Pensar, sopesar y actuar. ¡Carpe Diem!


<< Foto: derechos de autor reservados >>

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