Inquietudes terrenales es un blog que tratará sobre la vida en sí, sobre nosotros mismos como seres traviesos y curiosos, nuestras andaduras y paso por el tiempo, lo real e imaginario, el deseo y verdadera práctica... LO QUE NOS HACE TAN HUMANOS.
Días de Sol, noches de ardiente luna... Pasiones que no se piensan y por lo que sea, se hacen realidad. Se sienten y cogen esencia propia y nos envuelven con su ardor. Estrellas fugaces quemando el cielo en un rayo de fuego.
Yo sigo mirando, sonriendo para mi interior y sin ninguna explicación. Igual no intento buscar ninguna... En aquél momento no. Y hoy tampoco. Desconfío. E intento analizar. Mañana quizá sabré algo más...
Sueña con lo que más te guste y te haga feliz.... Recuerda que esa es la única verdad por la que uno ha de luchar a lo largo de su vida. Hay que luchar por lo que merece la pena. Siempre. De lo contrario estaremos perdiendo tiempo que nada ni nadie nos lo podrá devolver.
La vida a veces te sorprende... y más aún cuando piensas que ya no habrá nada que consiga hacerlo. Pero hay algo, tan grande, tan hermoso y tan fuerte.... que supera todas nuestras expectaciones Si, alguna vez te lo he contado. Es eso. Si bien lo recuerdas. Esa.... "esencia" que nos hace tan únicos, diferentes y especiales. Y solo en muy pocas ocasiones en tu vida, encuentras otra parecida a ti. Ese.... es el momento en el que podrán fundirse con el universo creando una infinidad de pasiones y valores que florecerán en los corazones de los que aún están por venir o no saben donde buscarlos. Algo así...
Él:
te soy sincero?
Él:
me descolocas
Ella:
lo preferiría....
Él:
cuando creía tener unos cimientos firmes en unas cosas vas y llegas tu y los haces temblar
Él:
si llego a saber esto el día de la rueda me quedo ahí contigo y hecho a tu ex a la m*...*
jajajajajajaja
Ella:
eso es el gran misterio de la vida....
Él:
:-$
Ella:
el haberlo tenido en las manos y dejarlo escapar sin saber cuán importante podría llegar a ser
Ella:
y más sorprendente aún cuando la rueda gira de nuevo
y vuelve al mismo punto pero de manera diferente
21:03
Ella:
el pisar tierra firme pero deseando que alguien la haga temblar con ideas más fuertes aún
creando nuevos principios y valores
Ella:
conocer nuevas perspectivas
Él:
es como si el destino nos quiso juntar pero vio que no era el momento adecuado y después lo volvió a intentar
21:04
vamos que parece que teníamos que conocernos
Él:
parece algo así verdad?
21:39
Ella:
si..... te acuerdas lo que te dije un día?
Ella:
cuando dos personas tienen que encontrarse... por mucho que se alejen "el destino" las vuelve a unir
Él:
pues si
asi ha sido
Él:
esta claro que tenemos algo predestinado
no se que pero algo tenemos
una función que hacer
Ella:
imagino
no hay encuentros por error
nunca
Ella:
con la mayoría, suelo darme cuenta, sino más temprano, más tarde, de cuál fue el cometido de ese encuentro o de conocerla o de esa situación
Ella:
pero siempre hay un fin.... esas son relaciones que una fuerza superior las establece entre los humanos sin que nosotros lo percibamos siquiera
Porque a veces el propio azar es más perspicaz que la voluntad del mismo destino. Y da la vuelta a las cosas de mil maneras inesperadas. Eso es..... "esperanza". LA esperanza de que aunque te sientas perdido, en realidad nunca lo estuviste y aquel algo aún estaba en busca de.... ti. ♥
Corre... Tan deprisa que por mucho que lo intente no lo puedo alcanzar. Estoy confusa. Ya no se ni a donde quiero llegar y tampoco si debo seguir. Es solo un bache... Sí, es lo que suelen decir.
Pero hay veces, que innegablemente, cuando un malestar se prolonga de demasiado tiempo, y no solo eso sino que empeora día a día, que empiezas a sentirte vacío y perdido. Y te cuestionas.. Sobre todo. Tu vida en general. Lo que hayas conseguido o dejado de tener. Lo que está bien y lo que está mal. Y de tanto darle vueltas, con la cabeza embotada miras al vacío y lo notas: no hay ni más, ni menos. Ni mejor o peor. Lo único que sabes es que no sabes nada. Pero si puedes sentir que algo falta. Que no estas a gusto aunque entre tantas emociones y sensaciones seguidas no logras distinguir de sí es por algo profesional, o un familiar, alguna insuficiencia sentimental, amistad.... Nada encaja.
Simplemente estas mal. Y lo tienes todo y no te queda nada. Estás buscando algo que sigues sin encontrar y eso incrementa tu malhumor. Sigo deseando encontrarte. Seas lo que seas, o quien seas...
Con el tiempo se suele olvidar el olor de la mierda si no la tienes delante...
Por eso a mi me gusta dejar un rastro de ello. Sea en un blog como este, sea en uno de MicroRrelatos, sea en un papel pegado a la nevera, una poesia perdida en el viento que la traerá de vuelta cuando cambia la marea o en una agenda olvidada en una estantería.
Y por que? Sin miedo a preguntar, estoy dispuesta a contestar. Porque aunque pase el tiempo, hay heridas que nunca dejan de sangrar del todo ya que nunca llegaron a cerrarse. Y hay otras que no quieres curarlas. Y muchas mas que esperas que desaparezcan con el viento y la luna por las mañanas. Pero nunca se van. Y ese rastro es el que nos convierte en quienes somos.
Sin recuerdos, no soy nadie. Con un exceso de ellos, soy un alma en pena. Y hoy, tu me has partido el corazón. Y lo mejor de todo... es que nunca lo sabrás. Cuando vuelvas, te devolveré la misma sonrisa que me pedías hoy mientras mi alma se ahogaba en palabras vacías. Sonrisa sí... pero triste.
En la vida, lo que hay que hacer es buscar algo que nos motive seguir cada mañana, levantarnos, abrir los ojos, pensar firmemente y decir en voz alta, convincente: "voy a por ello".
Ponerse de pie y no engañarse que "la propia situación general" me impide ser emprendedor o intentar avanzar. Que me frena. No. Yo soy la que tiene que sembrar un nuevo camino, porque nadie lo hará por mi. La innovación entre recursos escasos puede ser la clave de la mejora y sanación de una sociedad y puesta en marcha de una economía con ruedas atornilladas a sus propios intereses. De lo contrario, la crisis seguirá siendo largo camino que demorando una solución "divina". La espera no es una alternativa, ni siquiera una solución.
El abrirse hacía nuevos intentos, aventuras y subir de expectativas es un principio. Pero que ello nunca llegará a su fin sin una colaboración activa. Una puesta en marcha. Un "esta mañana voy a darlo todo" y así día tras día. Ya llegarán momentos para descansar. Ya que si uno sabe como asignar de la mejor manera posible todos sus recursos, al final no tendrá un poco, sino un mucho más cada día.
Que nadie os pare los pies y que no necesitéis ningún "empujoncito" porque el futuro está dentro de uno mismo. Y la FELICIDAD, cada paso exitoso que damos hacía ello.
<< un sueño puede hacerte despertar en una nueva vida >> y yo lo intensifico aún más: << y una nueva vida, hace que todo sea un sueño... el paraíso debajo de tus pies, sustentando tus mas atrevidas ambiciones. >>
Siempre el verdadero amor, es mas fuerte que todo y lo puede todo. El amor cura, el amor reconforta, el amor nos hace sentir bien y nos ayuda a ser mejores personas ... <<Ama y déjate amar, veras que bien se siente.>>, dirían nuestros abuelos.
Palabras que llegan resonando desde un pasado en el que la realidad sentimental no era tan vacía como ahora. Será por las nuevas tecnologías que de alguna manera nos han conducido a convertirnos en amantes a través de una pantalla que satisface el deseo urgente del reencuentro. O solo lo calma momentáneamente. O será por evolucionar cada día más y ver horizontes cada cual más abiertos y llenos de posibilidades.Pero eso no llena a la mayoría. O sí lo hace. A corto plazo, dejando el rostro del vacío cuando la sensación decida marcharse.
Estoy añorando. Tiempos, momentos, pasiones e historias que nunca volverán. Y otras tampoco nacerán. Deseo intenso y momentáneo, llama sedienta que se apaga en el fervor de un encuentro fugaz. Y vuelve el abismo. Mi piel sigue añorando tu ternura. O puede que nunca hayas existido. Pero en mis sueños, por aquél entonces, jamás te había resistido. Por los momentos que nunca volverán... Y los instantes que ya no nacerán. Siempre two.
Tan cerca, pero a la vez tan
imposible de atrapar… Al alcance de tus manos, pero tus dedos no pueden rozar
la belleza de un pasado que nunca volverá. La ternura de unos recuerdos
instantáneos inmortalizados en el tiempo deja tu corazón helado, imposible de
derretir por otro aliento que no sea el suyo.
Aunque lo intentas. Con todas tus
fuerzas. Días de sol y noches de lluvia. Amaneceres nublados y atardeceres de
fiesta. Semanas tambaleantes en soledad y fines rodeados de gente. Pero falta
ella. Su esencia, su aroma, su fervor, inquietud, su tan atractiva naturalidad
y sencilla bondad esbozando de energía ya no está para abrazarte con miles de
sensaciones que no podrás olvidar. Las guardas en la retina de tu memoria que
intentas apartar cada vez que piensas reemplazar.
Pero las noches tristes y vacías
escondido en tu habitación siempre vuelven. Y el peso del deseo, ahora perdido
en el limbo de un tiempo que se nos va, te lleva por caminos que nunca te la
devolverán. Porque decidiste dejar escapar cuando tenías la burbuja de cristal
justo delante de ti. Mantenerse al margen está bien. Pero a veces, tienes que
sopesar. Porque ello puede que te impida actuar en uno de los pocos momentos en
tu vida que realmente tenías que haberlo hecho. Pensar, sopesar y actuar.
¡Carpe Diem!
A veces el que menos te lo esperas es el que más te decepciona. Y no es el tiempo que lo conozcas, ni siquiera lo que ha echo por tí y la manera en la que te ha correspondido... Sino que se trata del impacto que haya tenido sobre ti.
No importa quién a dado más y quién a recibido menos. Es la manera en la que decidió hacer cualquier cosa relacionada contigo. Y pasa el tiempo. Y la forma de actuar y reaccionar es un boomerang de causa y efecto que te determina entender si para él significo lo mismo que para ti. En la mayoría de los casos será que no. Tantas cosas que se dicen y muchas más que se quedan colgando de un hilo de aire el cuál nunca llega a ser expulsado para convertirse en sonido. Y tantas veces que el silencio se comunica a través de una mirada y muchas otras que se esconde tras una sonrisa.
Caminamos hacía delante, pero demasiadas veces sin avanzar, rodeando siempre el mismo círculo del cuál no encontramos la salida. Para algunos, la mano que los saque de allí e ilumine un nuevo trayecto nunca llega a tocar sus dedos. Esas son las almas que se apagan en tormento, un tormento tan silencioso que por mucho que grite su dolor, nunca llega a los oídos de una humanidad demasiado ocupada para todo. Incluso para ellos mismos.
Tristes acordes de guitarra desafinada en un día lluvioso. Tormenta fuera y tormenta dentro de mi interior. Nadie podrá calmar los truenos que retumban mi cabeza y los rayos cortantes sin piedad.
Desde algún rincón lejano, olvidad en la penumbra de los recuerdos, escucho tu voz susurrando. Me quedo meditando mientras las gotas que caen furiosas chocan contra el suelo desahogando su furia despampanante. El mundo parece más pequeño y más mutante. Pero igual de vacío e insolente. Estoy tranquila en mi soledad. Demasiado tiempo para pensar a veces. Quiero llegar alto, pero de alguna manera no encuentro ni las formas, ni el momento, ni las alas para volar alto. Miro los árboles y desearía ser una hoja llevada por el viendo, pero que nunca se cae. llegando a infinidades de lugares y experimentando dimensiones sin fronteras.
Mi mente vuela libre. Es lo único que me queda sin encadenar. Aún. La lluvia moja mi cara. Los pecados se disuelven en los charcos mezclados con barro. Voy adentro. Pronto cogeré un catarro.
Un
mundo que cada día se va degenerando más y más. La gente se vuelve más
impermeable y menos sustancial. Incomoda mirar atrás y ver la integridad de
cada persona luchando desde su impotencia por un ideal, un mundo mejor y su
propio bienestar.
¿Cuándo
empezamos realmente a conformarnos? Creo que ninguno lo sabemos ya… Hemos
dejado hace ya demasiado tiempo de pensar las cosas y entender su esencia. Y
como nos afecta y de qué manera podríamos cambiarlo. Ni somos cocientes de que
podemos hacerlo. O no queremos. Es más fácil quedarse quieto y no hacer nada.
Pero lo más
triste por ver es que la mente social multitudinaria se conforma. Con cualquier
cosa y piensan erróneamente que al quejarse de las cosas es suficiente para
estar mejor. Si todo el mundo permanecería permanentemente de brazos cruzados
la sociedad nunca cambiaría y la ley será siempre del rico más rico y el pobre
aún más desamparado. Para que unos poco estén en lo alto pisotean a unos
muchos, que somos todos los demás. Una sociedad que ya ni tiene escrúpulos ni
tiene nada. Hojas perdidas que se dejan llevar por el viento hasta que la
tierra las cubre de polvo.
Necesitamos un
despertar. Uno, solo uno. Pero magnitudinal. Político, social, moral,
sentimental y filosófico… Creando ideales de nuevo. Pilares bases fuertes en
nosotros mismo difícil de derrumbar por cualquier teoría apoteótica y sin
demostrar, pero que suena despampanante. Y puede que lo hagamos.
Reaccionaremos.
Pero no porque no
nos quede más remedio, sino por ese instinto básico animálico que llevamos
dentro y que activa la desesperación de la supervivencia. Pero es absurdo
esperar hasta más no poder para actuar, aunque sea impulsivamente. Y también es
decepcionante que se tenga que hacer desde esa perspectiva y no desde la
conciencia.
Ayer
empecé a ver una película, pero por motivos ajenos, no pude terminarla, pero me
impactó muchísimo y me hizo recordar sentimientos de pensaba que los tendría ya
más que encerrados en el cofre del olvido.
Llegando
a su fin, dice algo parecido a esto:
<<
Un momento impactante. Un momento impactante cuya capacidad de cambio tiene un efecto
expansivo que va mucho más allá de lo predecible. Que hace que algunas
partículas choquen entre sí y acaben acercándose más que antes. Y que manda a
otras girando sin parar hacía nuevas aventuras, aterrizando donde jamás pensaste
encontrarlas. Sí, eso es lo que pasa con esa clase de momentos. Que no puedes,
por más que lo intentes, controlar como te pueden afectar. Solo puedes dejar
que esas partículas que colisionan aterricen donde puedan. Y esperar. Hasta la
siguiente colisión. >>
Y
entonces me di cuenta. Esa es una breve descripción, concentrada en una
multitud de metáforas profundas, a la vez que fugaces y rebeldes, que matizan
mi último año. Lleno de cambios. De acercarme a lo alejado, poner fin a lo ya
terminado, recorrer horizontes que nunca he pensado, hasta enamorarme de lo
inesperado… Para que al fin, solo queden partículas que giran sin parar hacia
nuevas aventuras. Pero esta vez… Es la vida real. Y no hay espera. Hay un punto
y seguido, sin punto y final de lo que nunca puede que haya empezado, y estar
de nuevo en la noria. Pero esta vez, deliberadamente, más sola que nunca.
Porque la soledad se aloja en el interior, dejando un próximo exterior más que
animado.
Y
tengo una teoría. Como mi abuela solía susurrarme de pequeña: “No tengas miedo.
Si una cosa tiene que ser, por mucho que intentes alejarla, volverá a ti.” Mi
miedo ahora es no saber ya como aceptarla.
Tiempo? Quien necesita tiempo cuando tienes toda una eternidad? Sin límites en espacio y tiempo, sin fronteras. Si somos tan humanos y tenemos tantas debilidades carnales e impulsos básicos comtrolados por la moralidad social, porque no som
os capaces de usar nuestra mejor capacidad adquirida a lo largo del tiempo? La ADAPTACIÓN y sobre todo la ACEPTACIÓN. Un amigo, un dia me dijo al despedirse de mi: "No lo olvides. Acepta y agradece." Previamente me había comentado que solo había una manera de sentirse libre. Acepta, porque los hechos ya han transcurrido y nada puede cambiar el pasado, solo te queda el presente. Y agradece, porque cada acontecimiento, cualquier experiencia, sea para lo bueno o para lo malo, te hace ganar algo: lo malo, experiencia, madurez, sabiduria y fortaleza; lo bueno, todo lo anterior sumándole alegría, plenitud, felicidad. Aunque algunos momentos solo duren instantes.
No somos mas que dos hojas efímeras en el arbol de la vida que con el paso del tiempo nos vamos secando para luego caernos y volver a la misma tierra, madre naturaleza que nos dio la vida, la materia.
“No lo sé ni yo”, según parece una de
las más seleccionadas opciones en el perfil de Google, según descubrí ayer
leyendo el blog de un amigo.
Mi respuesta ante tal perspectiva no
tardó en llegar… “No es que sea la más acertada, sino que es la que más se
acerca a la realidad, no queriendo decir que eso es lo mejor.
Creo que nos ceñimos demasiado a nuestra
propia superficialidad, inducida por el comportamiento en masa y nos resumimos
a llevar relaciones de cara a los demás. Vengo a decir que nos olvidamos de que
la felicidad es algo que se consigue paso a paso y cuando llegues a la vejez,
juntando cada pasito que has dado, si eres capaz de sonreír y sentirte
contento, es que lo has conseguido. Pero nos mutilamos mentalmente pensando en
que siempre hay algo mejor de lo que ya tenemos.
No señores, es hacer lo que tienes lo
mejor del mundo y s aún por dentro sigues con ese vacío y esa inquietud de que
ahí fuera puede haber algo mejor, es que aún no has encontrado lo que
necesitabas… Así que puedes ahorrarte el tiempo y no seguir mandando falsas
señales.”
Reconozco que me pilló aquella entrada
en un momento de intensa introspección interior sobre las relaciones en
general, que había empezado una noche antes. A rasgos limitados, en mi
respuesta se entiende la idea principal, pero lo que la mayoría no constatamos
es la degeneración de las relaciones y cada vez más por culpa de la
insatisfacción cada vez más pronunciada que la propia sociedad está creando en
uno mismo y lo determina extender a todos los ámbitos de su vida: trabajo,
relaciones (sea amistad o amor), futuro profesional, necesidades básicas y de
crecimiento a nivel personal etc…
Las cosas “eternas” y que duran para
siempre ya solo existen en los cuentos, y puede que en realidad nunca hayan
existido, solo que antiguamente al saberse menos de la vida, la naturaleza
propia humana y las restricciones sociales no se haya difundido este concepto
tan liberal de “ahora me gustas” y luego de la nada me doy cuenta de que no.
Eso es porque en realidad nunca lo has sentido y estabas en busca de aquella
nueva “sensación”, “emoción” y “experiencia” que te haría sentirte de otra
manera. Al constatar de que no es así…. El “amor” desaparece….
Hay otra cara de la moneda que
certifica de que somos capaces de sentir la “eternidad” y la necesidad de estar
junto a una persona “para siempre”, pero momentáneamente. Me explico. Vengo a
afirmar que no quiere decir que sea mentira cuando alguien te dice “Quiero
pasar el resto de mi vida a tu lado”, “Te voy a querer para siempre”, “Nunca te
dejaré”, “Siempre estaré contigo” etc, etc, etc…. Aquél “siempre ahí” y “nunca
dejaré”…. Porque en ese momento, ese preciso instante, lo sentías… Pero la
sociedad nos “transforma” de tal manera que nos volvemos más superficiales y
adquirimos fácilmente y con mucha rapidez la mentalidad de que “ahí fuera hay
algo mejor” y dejamos de sentirnos “llenos” y surge la necesidad de buscar
cosas que a lo mejor ni nos faltan en realidad.
Y otra certeza es que a veces pensamos
que lo hemos encontrado, pasamos años de nuestras vidas en esa relación…. Y de
repente, abres los ojos y piensas “Me siento sol@ en tu compañía y vacía por
dentro, me falta algo”…. En ese instante, miras hacia atrás y te das cuenta de
que ya llevas un tiempo en esa relación con discusiones, lo que antes encajaba
tan bien, ya no “pega ni con cola” y el “estar juntos” se hace cada vez más
difícil y menos agradable… Ese, amigos lectores, ese momento es EL DESPERTAR.
Cuando comprendes de que podrías haber abierto tus ojos y mirar en perspectiva
a los que tienes delante mucho antes.
Si cada día la sociedad no nos
obligara inconscientemente ser cada vez más egoístas y altruistas, muchas cosas
serían diferentes y el típico de que siempre alguna de las partes por cualquier
motivo deje de estar interesad@ por la otra no sucedería con tanta frecuencia y
habitualidad.
Las cosas pueden ser de mil maneras pero mientras la que te hace feliz es una de ella... entoces sabras que has acertado...
Pero en ningún caso porque tienen que ser asi... ¿Quién lo dice? ¿Quién sino tu, debe ser el que marque todas esas pautas? Si, uno mismo ha de hacerlo porque serás tu el que vivirá con las consecuencias de tus decisiones el resto de tu vida. Y personalmente opino, que una vez que lo has intentado todo y un resultado no cambia, ya puedes dejar las cosas estar, pero no porque tiene que ser así, sino porque hiciste lo posible en ese momento. El no saber lo que uno quiere no existe; es otra extensión de "no me atrevo reconocer ni delante de mí mismo lo que esta pasando dentro de mi".
En serio. Incluso a mi eso me ha pasado alguna vez. Pero aprendí que así no es que vaya despacio, es que ofusco mi mirada y no soy capaz de ver mas alla de mi propia impotencia. Perspectiva. Mi solución, una visión de perspectiva y por mucho que me duela... conseguir verme a mi misma de fuera y reaccionar.
Alejarse y quedarse quieto es de cobardes. Yo decido luchar, aún cuando exista la posibilidad de perder una batalla... Porque sé que soy capaz de hacer que la guerra sea mía... Tu felicidad... a costa de la mía.
Porque si no me doy siquiera la oportunidad de poder perder, eso es que ya he perdido. Y cuando llegue al final, y realmente me vea impotente, quiero mirar atrás y sonreír pensando "No me quedó nada pendiente y he intentado hacerlo todo lo mejor posible y nunca me di por vencida." En ese momento, puedo considerarme una ganadora. Porque le he ganado a la vida. Todo lo experimentado y compartido con el mundo, ni la muerte me lo podrá quitar. Así podré irme en paz. No hay otra forma.
A
veces te pienso y me gustaría tenerte aquí a mi lado, que puedas ver como las
estrellas queman el cielo con su intensidad creciente y dar rienda suelta a nuestros
pensamientos. Tú sigues a años luz
distanciando nuestra cercanía.
He
estado en todas partes y en ninguna, al igual que intenté verlo todo y aún no
he visto nada. Tropiezo, me caigo y me vuelvo a levantar, con la carne cada vez
más dura pegada a mis huesos. Sensible por fuera, pero de piedra por dentro. Y
a veces tambaleo. Pero recupero conciencia rápido, me derrumbo a medias y
mientras caigo a pedazos, los asiento para formar bases preparando un nuevo
futuro. Y las mentiras, los engaños y desilusiones siguen cayendo, como lluvia
ardiente en veranos tórridos, alentando la sangre a hervir en mi interior. Hesito
un instante. Dudo. Y echo a suerte. Tiro
el dado y espero ver el resultado, confiando que en algún momento tornará a mi
favor. Igual… no se puede estar peor… o sí. Pero cuando ya lo sufres, lo que
venga después, lo aguantas y combates con puños de acero. Porque estás
preparado. Sabías que llegaría.
Ese
momento en el que estás abajo y no encuentras la manera de alcanzar la salida,
aún sabiendo dónde está te queda cada vez más lejana… Tira el dado. Prueba
suerte, pero no lo dejes en manos del destino que en verdad no es más que una
lacra del vocabulario. Ya que cada uno lo forja con cada paso que da y
modificamos constantemente nuestras futuras circunstancias con cada pequeña
decisión, aunque parezca insignificante, que tomamos a diario. Hoy no significa
nada… Mañana puede que te des cuenta que has perdido la luna intentando
encontrar las estrellas.
Somos débiles... Hay momentos en la vida en los que no sabemos elegir. Supongo porque nos olvidamos el vivir y nos preocupamos demasiado en acertar. Hay tradiciones que nunca cambian; pedir un deseo al sorprender una estrella fugaz o al soplar las velas en tu cumpleaños, dar el primer abrazo a la persona por la que más sientes en Noche Vieja, llevar un amuleto para la buena suerte o creer en algo o alguien para esos momentos cuando se pierde la fe...
Hay ocasiones en las que queremos tener tantas cosas o no acojemos el valor de ser firmes en una decisión momentánea por si en un futuro que aún no ha llegado nos habremos equivocado, que cuando llega el momento de pedir ese deseo, ninguno parece el adecuado y cualquiera pierde valor. Y no... no es por necesidad de replantearse uno mismo su vida. Pero si una llamada de atención a tu conciencia y un signo de exclamación a tu interior. Eso quiere decir que en algún momento has perdido el valor de la racionalidad y has perdido tus pilares básicos de tu existencia y tus puntos fuertes de referencia.
Se firme. Decide. Lo que sea. Por mucho que te estanques en el mismo punto, nunca llegaras a saber cual es la mejor opción hasta que no la hayas tomado, cosa que harás más tarde o más temprano. Y todo llega. A veces las malas rachas se prolongan demasiado, pero está en tus manos hundirte momentáneamente o estar así hasta que pase no se sabe el que para que consiga sacarte de ese estado. Nadie te dice que una cosa sea mejor que otra, pero sí puedes comprobar tu mismo de que manera llegas a sentirte mejor conforme vas tomando el camino paso a paso, pero avanzando. Siempre he pensado que las cosas se consiguen andando, para que puedas ver los detalles y la belleza en donde los que corren siempre nunca se detienen y son meros autómatas de su propio infortunio.
Mi filosofía: ya que soy perfectamente cociente de ello... mejor ahora que a ver cuando se me pasa y consigo centrarme. Evitando la manera mas tonta de retrasar inevitablemente lo inevitable. Que llegará. Tenlo claro.
Tantas promesas se nos acaban hoy sin saber porque... Me despierto en dudas y me cuesta mirar atrás sin sentir dolor. De tal manera que ahora puede que confunda sentimientos como rencor, decepción, nostalgia o ira en un volcán que está a punto de estallar.
Hay cosas en esta vida que sin explicación alguna aparte del típico tenía que pasar, llegan y te cojen de imprevisto, con la guardia bajada y sin tiempo suficiente para reaccionar. Y puede que en ese momento no te arrepientas. A lo mejor después tampoco, aunque te frustre demasiado. Te envuelve con la belleza de unos momentos intensos, instantes repentinos de felicidad y con promesas de que aquello se hará eterno.... Ahora me río. ¿Cuántas veces no nos habrá pasado lo mismo? ¿Y cuántas más vendrán? Luego te preguntas como es posible ser capaz de volver siempre al principio del todo... De esos momentos en los que dicen a mi esto no me volverá a pasar, a la siguiente estaré preparada y no me dejaré llevar. Tonterías... llegará otro principio con el mismo final y tú lo sabrás de nuevo. Igual que lo supe yo en su momento. Pero descubrirás que por el motivo que fuera o sin motivo alguno te será imposible evitar no saborear esa fruta prohibida que tan incitante se presenta ante tu pobre debilidad humana.
Todo es tan intenso, tan especial aparentemente, que lo único en lo que puedes pensar es que te gustaría parar el tiempo... Justo en ese punto... en aquél "ojalá esto no acabe nunca y que dure para siempre", cuya respuesta llega dulcemente y engañosa "y no lo hará". Hasta más allá de los tiempos volaremos juntos. ¡Ahí! Precisamente ahí es cuando arde en ti el deseo de parar los relojes, en ese instante eterno donde la felicidad parece que se quedará para siempre en tu corazón que ya no está solo. Pero de repente.... algo falla. Y sin darte cuenta, las cosas cambian. Ya han cambiado... Y ese es el principio del final. Donde ya no queda nada más que olvidar y abrir de nuevo el cajón de los recuerdos para guardar nuevos momentos que no volverán a pasar. Al menos no de la misma manera. Y te encuentras de nuevo volando solo con un corazón solitario... Como siempre. Como con cada final sin vuelta atrás. Y no puedes evitar pensar que ya está todo perdido. O quizás ya lo estaba antes de que todo empezara incluso.
Decepción tras decepción va muriendo mi alma... Estoy girando en círculos, cansada de volver siempre al mismo punto de partida ya no creo en las personas como pude hacerlo en algún momento de mi vida. Intento consolarme con la creencia en un ideal y tal vez, en la inocencia de los niños que aún no han probado ese trago amargo y desolador al que llamamos "vida". Espero encontrar sabiduría entre las palabras de los ancianos y forjar el camino haciendo las cosas a mi manera, sin esperar héroes o salvadores que nunca llegan. Cociente de que tengo que aguantar todas las balas que me disparen hasta que alguna atraviese mi corazón y deje de latir, porque a pesar de todo, no estoy hecha de esa pasta a la que recurren todos cuando duele demasiado: no soy capaz de RENDIRME. Pero no lucharé más por aquellos que preparan el disparo mientras te sonríen.
Estoy perdida… y no sé
qué camino coger a partir de aquí. Estamos en el aquí y ahora y esto me hace
daño, me deja sin fuerzas y exprime toda mi voluntad.
Seguro que tú también
en algún momento te sentiste así; perdido, vacío, sin rumbo y algún que otro
momento de serenidad pasajero. Vas buscando el olvido, pero guarda cada
recuerdo tan presente en tu memoria que logras tu solo perturbar tu propia
tranquilidad. Y lo piensas tantas veces que llega un momento en el que nada
consigue devolverte la paz. Y estás perdido… Caminas a oscuras, esperando que
alguien encienda una luz al final del trayecto hasta donde alcanza tu vista. Y
todo ello, porque te niegas enfrentarte a tus temores y tu pasado recién
presente, coger la vida tal y como te viene, moldearla a tu camino, tender la
mano y buscar el interruptor tanteando la oscuridad y encender tu mismo esa luz
que tanto deseas encontrar. Y cuanto más te conformas en este estado latente,
más difícil y lejana encuentras la salida. Y es duro, claro. Difícil, pero no
hay que empeñarse en pensar que es imposible.
Sí, es bueno que los
más cercanos vean que estas mal cuando estás sufriendo o te hacen daño. Pero tú
tienes la obligación de indagar en tu interior el tiempo que te haga falta para
descubrir cuál es la causa exacta que provoca ese estado. De ahí, el siguiente
paso es juntar todos los recursos que tengas más o menos a mano, más o menos
fácil de usar y levantarte, estableciendo objetivos a muy corto y corto plazo
para ir subiendo metas poco a poco.
Avanzar siempre es
mejor opción a quedarse estancado, empañando tu vista y tus oídos. Duele. Por
supuesto. Nadie dijo que sería fácil. Pero sí muchos que es necesario. Y yo me
atrevo ir más allá. Necesario NO, IMPRESCINDIBLE.
A veces pensamos que ya sabemos como acabarían las cosas.... Y otras veces que no tenemos ni idea, pero ya lo veíamos venir. Algunas veces arrancamos fuerte, queriendo comernos el mundo y sin saber porque.... nos quedamos en blanco... y paramos, hacemos un STOP en el tiempo, sin saber que nos traería aquello.
Y corremos el riesgo de que todo se desvanezca... De perderlo todo en un instante, pero con ganas de tenerlo ahí siempre. Pensamos que algunos nubarrones vienen por cosas del pasado y en realidad, es solo el miedo de abrazar el presente. El reparo de si te estas equivocando o si te dolerá después el equivocarte.
A veces dejamos de escribir, aún sabiendo que puede que haya aunque sea una sola persona en este mundo que quiera volver a leerte... Pero nos dejamos sucumbir por nuestras debilidades puramente humanas y nos envolvemos en el "pasarlo mal" porque es lo único que se repite tanto que mejor sabemos manejarlo. Y nos alejamos de lo que "pinta tan bien", `porque parece tan bueno que debe ser malo y en algún momento debe hacerme daño.
Y por eso, nos dejamos llevar por el camino de la perdición y nunca encontramos la felicidad, ya que ese sentimiento tan persistente de que algo nos falta, nos ahoga y mata `por dentro, nos coge en sus garras como una fiera hambrienta con su presa. Y si.... hablo en plural.... esta vez sí, porque aunque sea en poca medida, también me deje llevar por eso. Pero antes de que todo se desvanezca.... hay que seguir ahí y buscar la luz que ilumine tu camino.
Para esos momentos en los que no sabes por donde tirar.... y piensas que está perdido... solo tomate unos momentos y busca en tu interior, escucha una canción como esta que os dejo aquí y encontrarás, en tu soledad, las razones de todo tus porqués y las respuestas a todas tus inquietudes. Siento mi silencio temporal....
La vida no es más que un intrigante camino que cada uno de
nosotros con cada paso que da, decide progresivamente como y en qué compañía (o
sin ella) quiere recorrer todo ese trayecto. Equivocarse es humano, y lo que
nos hace más humanos aún es reconocer cuando nos hemos equivocado.
A veces nos lanzamos con tanto ímpetu hacia delante, creyendo
que lo tenemos todo controlado y es entonces cuando llega el invierno…. Cuando te
das cuenta de los inestable, movediza que es la tierra que pisas y que con
tanta decisión pensaste conquistar. Y te agobias, todo te parece más grande de
los que es y un pequeño montículo de arena es una montaña de rocas a punto de
derribarse encima de ti. Entonces, las cosas que tan claramente se veían frente
a ti, no las logras distinguir… porque tú mismo te ofuscas la mirada, te la
dejas empañar y no ves la primavera que se esconde dentro de cada invierno. Te
cuesta pensar y no te das cuenta que te dejas hundir en un círculo vicioso en
el que tú mismo te hundes aún más.
Te notas inestable…. Claro que sí… Olvidas que la fuerza está en
ti y decides experimentar sensaciones tan mundanales como el miedo, el miedo a
sufrir, a fracasar, a tomar una decisión o a equivocarse al elegir. ¡Sí! Equivocarse…
Cuando pánico nos crea la simple pronunciación de esta palabra sin llegar
siquiera a concienciar su significado. Pero está claro que el camino pleno, de
mirar al vació y descubrir que está lleno y rico en experiencias y posibilidades,
es solo para unos pocos… los que aún miedosos, agarran fuerte esa extraña y tan
conocida sensación y se lanzan con fuerza… La mayoría se quedan en el camino...
Pero unos pocos… muy pocos… llegan hasta el final… Y desde ahí, desde encima de
su pico recién conquistado contemplan con orgullo todos los obstáculos que
acaba de rebasar en su camino conquistando su victoria. Ese es el momento cuando
los domingos dejan de ser incluso peores que los lunes. Cuando la arena
movediza de debajo de tus pies no ejercerá sobre ti una presión que te arrastre
en su interior, sino que tendrás la fuerza suficiente y la habilidad de sacar
lentamente tu pie y no “hacerte hueco”hacia el interior de la masa, sino usar su inestabilidad para salir
adelante, renovado y tras haber ganado una batalla más en la lucha por alcanzar tu propia meta.
Nadie dijo que sería fácil… y tampoco te garantizaron la
victoria… solo te enseñan otra forma de vivir. Pero no te lances cuando algo
valioso tienes muy cerca de tus manos si a mitad del camino te desequilibras y
estarás a punto de soltar una de tus conquistas… Porque habrán batallas que no
se podrán repetir para tener la oportunidad de volver a ganarlas. Y algunas que
ya se han perdido antes de emprender el viaje hacia tu interior deberían
quedarse ahí, en ese punto del camino.
Pero a veces simplemente no puedes hacer otra cosa que no sea
quedarte sentado y ver como se equivocan eligiendo sin elegir… Y no porque
quieres, sino porque ya no está en tus manos corregir.
Un grano de felicidad... que con tanto ímpetu sostenias en la palma
de tu alma resignada,como si fuera un diamante en bruto tan
ignorantemente estas dispuesto a soltar al vacío por las sombras del
pasado que tu mismo aún dejas que te persigan... o estabas deseando que
lo hicieran... pues ahi están... aquí las tienes en las puertas de tu
alma herida curada con parches de ternura, sabiduría y cariño.
Normal... Ahora te sientes fuerte otra vez para probar el dulce
néctar del desengaño, que con el poco paso del tiempo... ya no te hace
tanto daño como lo hacía recien antaño. Inconscientemente, dejas
dezlizar entre tus dedos la piedra preciosa que al parecer tanto habías
deseado encontrar y contrariar a tu conciencia convecida de su
inexsistencia, al abismo abrupto sin acordarte si quiera de comprobar que
no se romperia en un mar de cristal al tocar fondo entre tantos golpes
que le lanza su caída al vacío...
Y es entendible... en tu egoísmo puramente humano, no quieres perder
la tranquilidad y relajación escondidas en una sola mirada capaz de
trasladarte a misteriosos mundos y lugares más alla de tu racionalismo.
Pero un solo instante... una sola mirada del pasado hacía ti... un solo
seco llamamiento... y tu te rindes a sus pies. Pesa el pasado en nuestro
presente y lo hace a veces de tal manera que es capaz de derribar el
futuro que tan claramente se dibujaba a través de lo que nos gusta ver
como "destino"... El futuro se vuelve turbio, opaco a tus ojos que van
buscando razones para recuperar el pasado.
Y no es que caiga en el olvido o que se guarde a través de
recuerdos... es que fue tan diferente, tan intenso, especial y tan poco
mundano que hace que ni siquiera haya existido... y asi es como un nuevo
cuento de hadas cobra vida... y su final feliz.... nuestra imaginación
puede ser muy generosa y cada uno busque el suyo... Algunos ya perdimos
el nuestro o estamos a punto de perderlo... cuando las sombras del
pasado ensordecen nuestros oídos, ofuzcan nuestras miradas y ciegan
nuestros ojos, los labios sellados se convierten en montañas...
inmutables, silenciosas por fuera y gritando a voces por dentro....
pero el diamante choca contra las duras rocas que lo forma y resuenan
fuerte en su caída... y ya no logra escuchar tu silencio... Y no porque
no quiere, sino porque la montaña espero demasiado en gritar y mover sus
árboles para amortiguar la caída...
Y puede que algún día... la felicidad aunque sea en un grano de
arena.... nos aferre a algo que no nos deje caer sin alas al vacío
cuando saltas por un frágil, posible y menguante.... "nosotros".
Para todos aquell@s que se han enamorado alguna vez, sea más intenso o menos para descubrir luego que pueden dar más de sí y llegar a sentir hasta dentro de los rincones más inimaginables de su ser.... esta canción que os haga reflexionar y devolver las ganas de vivir, sentir y conocer aún más, aunque a veces a muchos nos pasan enamorarnos de quién no deberíamos haberlo echo... Y no podemos estar juntos hasta que nos demos cuenta que somos iguales y pensamos de la misma manera... Mal contigo y peor sin ti.... Sin querer perder a esa persona que tanto te hacía soñar antaño...
Y sonriendo ahora porque puedes vivir de nuevo. Y sentir otra vez. Más y más fuerte e intenso. Especial. La magia que te envuelve y te traslada a dimensiones desconocidas, donde en ese preciso instante no existe tiempo, espacio ni límites. Tu alma vuela libre y construye sus alas mientras cae... Pero de momento.... está flotando en un mar de inquietudes, sueños, dudas, mil sensaciones, pasión, deseo y ardor por descubrir lo que venga.... En definitiva, para ti mi lector...
Una persona
muy especial ayer me reenvió un correo remitido por un blog al cual está
suscrito… Y de entrada, el primer artículo contenía esta frase, que tanto me
hizo reflexionar. Identificándome con ella de muchas y demasiadas maneras,
decidí dedicarle un pequeño espacio en mi rincón de los pensamientos, donde los
sueños se hacen realidad.
Nunca lo
pensé realmente, pero esta misma mañana a mis oídos les fueron regaladas estas
palabras “Eres una chica del mundo… sin patria ni bandera, ni raza, ni
condición, sin límites ni fronteras”… Esta frase junto a la que encabeza mi
entrada de hoy despiertan en mí todos los sentidos. Descubrir el mundo, todo su
porvenir y sus secretos a mi aire, con mis propias reglas y abierta de mente…
Difícil condición, pero sinceramente creo que ese puede ser el mejor trayecto a
seguir por el camino de la felicidad y que aún mejor, lo que más ansío en está
corta vida que la naturaleza nos regala, me lleve hacía la LIBERTAD, de mi cuerpo,
mente y alma… Sin fronteras y de verdad, ya que las fronteras de la ignorancia
y cierre mental pueden ser peores que cualquier restricción, ya que sería una
prisión, una prisión en libertad y sin saber que estás preso.
Me gusta
saber que tengo la libertad de estar frente a un “precipicio” y saltar… y
construir mis alas mientras caigo… Ir contracorriente, ya que eso no significa
que sea contraproducente. De lo contrario de lo que se puede pensar, ese
desorden ordenado de llevar las cosas te da una integridad espiritual que pocas
personas logran alcanzar. Y a mi lado, siempre he pensado que al final y al
cabo, voy a tener a mi lado una persona así, “como yo” en el sentido de poder
volar libremente junto a mi, sin más restricciones que las ganas de conocer y
conquistar el mundo a nuestro parecer. Porque el mundo tiene dimensiones
infinitas si encuentras la perspectiva de donde mirarlo. Y nuestro camino por
el también, Dice que nada es eterno y nada permanece. Se equivocan. La esencia
de uno mismo que deja en su paso por el tiempo la marca en las personas más
cercanas y queridas a el y su aportación a este universo es eterna. Nunca desaparece.
Por tanto, siempre permanece en la eternidad de los tiempos. Esta entrada va
dedicada a todos aquellos espíritus libres, hambrientos por conocer lo
desconocido… y sobre todo, a esa persona que consiguió darle la vuelta a mi
mundo, logrando hacerme pensar de que puede haber uno de dos, compartido pero
sin compartir, cuando dos enteros forman un único e infinito universo…
No hagas caso a mi mirada interrogante y observadora… Sigue
contando y esperando encontrar esa tranquilidad que siempre te inunda cada vez
que estás a mi lado. No miraré con lupa aún donde no se encuentran
incertidumbres.
Estaré ahí si me lo haces notar y no porque lo
necesites sino porque no puedo mantenerme al margen y seguir indiferente,
aunque pienso que debería, al igual que lo hago la mayoría de las veces. Y no
debo porque quiero, es mucho más simple y más humano: es para que no me hagan
daño. Instinto de preservación básico y conservación animal… Todo eso rollo
psicológico que no está nada mal. Pero no dejes de volar a mi lado, si te dejo
en tierra otra vez, coge mi mano,
sujétame y oblígame quedarme volando contigo. Porque justo al siguiente
instante levantaría la mirada buscando la tuya y ya sabría enseguida que estoy
donde deseo estar y con quién me hace llegar a dimensiones infinitas.
Habrán situaciones que nos dejen en tierra a los dos
de nuevo, pero depende de nosotros marcar nuestras propias diferencias y volver
a despegar a nuestro aire, sin olvidar que a veces a una situación diminuta le
damos la importancia de una catástrofe. Y esto… esto es mágico, diferente,
especial… llámalo como quieras, pero
puede ser nuestro en la infinidad. Lo tenemos en nuestras manos… Cogemos el
billete y nos montamos juntos antes de arrancar… O llegaremos bien, pero en
destinos diferentes. Y estaré ahí cuando lo necesites… pero de qué manera… lo
eliges tu primero y luego “nosotros”.
En situaciones como
estas… cuando la vida te sorprende sin estar sorprendido… No sé realmente como
tomarme las cosas… Me explico, ya que no es normal que diga que la vida es
capaz de sorprenderte pero tú sin estarlo… Habrá que darle una forma lógica al
asunto.
Esto es igual que estar sin estarlo. Estás con
la mente y tus pensamientos junto a una persona, pero no con tu presencia, por
el motivo que sea. La vida puede sorprenderte porque tú tienes muchas ganas de
dejarla que lo haga. Y de alguna manera lo consigue… excepto un pequeño
detalle. Tu RAZÓN. Que nunca deja de funcionar. Y hay algunas mentes que ya por
costumbre van demasiados metros por delante. Y es mucho más difícil enseñarles
algo que les asombre. No por nada, sino porque la mayoría de las veces lo saben
todo. No me preguntes como. Simplemente es así. De eso que se levantan por las
mañanas, piensan en un asunto que les preocupa sea para bien o sea para mal y
de repente… Decenas de imágenes y situaciones transcurren por su cabeza. Que al
cabo del tiempo, ya traspasadas a la realidad, resulta que se cumplen. Y se
sorprenden ellas mismas… Pero no de lo que deberían sorprenderse. Aquí llegamos
a mi segunda frase. En vez de sorprenderte de que por fin te pasa algo bueno y
maravilloso, lo cual parece ser infinito, llegando más allá y que tú estás
volando y esta vez… no en la soledad de tus razonamientos como siempre… Algo
pasa, en ese preciso instante, que tu mente aún no llega a comprender, y miras
a tú alrededor y notas que te has quedado solo de nuevo… y ligeramente empiezas
a caer y no puedes evitar preguntarte cuando va a aumentar la velocidad de tú
descenso. Y ahí llega la razón de mi afirmación de antes. En ese momento no te
sorprendes porque sabías ya de antes que eso llegaría e incluso tenías sin
haberlo concienciado todos los detalles. Pero sí previamente te sorprendió el tiempo
que duró, porque hasta tú querías creer que aquello era para siempre y no
podías encontrar una explicación lógica a lo que tú mismo eras capaz de sentir.
Y aún así, aún queriendo
encontrar algo que va mal, buscas respuesta en una mirada y por mucho que
llegas a convencerte de que estará vacía, al perderte en ella te das cuenta de
que puede que ahora te esté hablando incluso más que antes y sin decir palabra.
¿Y qué haces en ese instante? Te desconciertas… Porque si las cosas no resultan
ser como por fin te habría gustado descubrir que serían, al menos tienes una
cosa resuelta… Aunque dolería…. Y mucho. Esta vez, si te habría afectado sin
que entiendas siquiera el porqué. O puede que siempre lo has sabido… Si,
justamente. Aquella sensación que hacía que todo ello fuera tan “especial”, tan
“diferente” y te permitía soñar cuando tú mismo habías decidido renunciar a los
sueños tiempo atrás. Sensaciones extrañas que empiezan a recorrer tu cuerpo, en
cierto modo nuevas para ti porque nunca permitiste dejarte llevar tanto y
estabas seguro de que a ti no te pasaría… menos ahora… Dudas, pero lo tienes
todo claro y muy dentro de ti sigues sintiendo que todo va bien. Tienes miedo,
pero te inunda una seguridad poco entendible de que ya es tarde para que deje
de estar ahí, porque estáis aun sin ser cocientes de ello tan adictos uno como
el otro a vosotros mismos y el encanto que le dais a la vida a vuestro aire.
Y lo único que quieres
es entrar junto a él a fondo perdido, seguir las dudas que marca el camino e
ignorando repetir otra vez el mismo error… Porque sabe tan dulce que parece que
te lleva rumbo hacia el infinito… ∞