La vida algunas veces puede resultar ser una caja
de sorpresa, un cofre que aún estaba por abrir… Puede que en el momento más
inesperado, principios, valores y miles de razonamientos de gran peso en tu
ordenación vital se tambaleen en cuestión de segundos.
Y te cuestionas sobre la posibilidad de que algo
que tu forjas a través de tus experiencias años tras años para ser más fuerte,
menos débil frente al mundo, puede temblar en un momento. Aunque lo que
realmente te preocupa es como llevar esa nueva carga si ya no estás acostumbrado,
si poco a poco en ves de intentar abrir el cofre, ¿te deslizaste x la cerradura
y te has quedado dentro?
Aprendemos que aunque emprendas una búsqueda, si el
momento aún no ha llegado, te sentirás igual de vacío. Pero aunque no quieras
verlo y hayas desistido en tu incursión, una noche cualquiera, en el lugar más
imprevisto y menos propicio de todos, la noche se llena de magia. Y descubres
en un instante que cada día que pasa es por algo. Porque tienen que venir
otros, y cada sucesión de esos no son más que un desconocido camino aún a tu
entendimiento que te lleva paso a paso a descubrir tu tesoro.
Y es que en uno de esos días, conoces a alguien
maravilloso, que tiene valores como nadie nunca esperabas que tuviera… Que con
una sola mirada te atraviese hasta el rincón más escondido de tu ser. Que por
mucho que desconfíes, con una tímida caricia, aún suavemente dibujada con la
punta de los dedos, deslizándose por tu cuerpo, te llene de esa seguridad que
tan imposible te parecía antaño. Ese es el momento cuando el tiempo deja de ser
tu enemigo, cuando tu mente desconecta para conectar con el trayecto de sus
manos recorriendo curiosas y apasionadas tu cuerpo, con esa inocencia de tener
en tu poder un diamante en bruto al que no hay que hacerle ningún rasguño por
si pierde su valor.
Y te das cuenta que a lo mejor aún existen los
cuentos de hadas y que solo hay que esperar a encontrar el tuyo, aunque tengas
que tropezarte demasiadas veces seguidas para ello. Y algunos dicen que nunca
hay que perder la fe. Yo pienso que la magia existe, atraída por la oscuridad
de la noche y que reposa en ti… Y de alguna manera, sacas lo mejor de mí. Y lo
que normalmente me haría pensar que es un signo de debilidad… pienso en ti y me
hace más fuerte y puedo volar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario