viernes, 17 de mayo de 2013

Primeras citas.... ¿Flores o un bar barato para llegar antes al tema?

Bueno... visto el título todos os imaginaréis de que va a tratar mi entrada de hoy, pero igual si sigues a ti mismo/-a te hará reflexionar de nuevo. A ver... últimas producciones cinematográficas ... ¡amorosas! ¿De verdad, cuándo pasamos de nuestro favorito cine de terror a éxito cinematográfico amoroso? Y eso que ninguno nos reconocemos románticos y no se como pasa que al final acabas terminando  viendo ese "pastel" y encima si no te emociona, te deja un sabor amargo.

Lo cierto es que.... hoy intentaba ver una película de terror... ¡un clásico! "Silent Hill House", ¡más no hace falta deciros! Pero... mi madre con un "no me gusta este tipo de películas, ya lo sabes" fue suficiente para acabar viendo una segunda seguida y... "7 novios". ¿Necesitáis más detalles? Imagino que no... Pues ello me hizo reflexionar... ¿Dónde se esconden ese tipo de chicos que para una primera cita sin apenas conocerte te traen un inocente ramo de flores sin segundas intenciones? ¿Solo porque de verdad quieren descubrir algo más y diferente? ¿Tanto hemos cambiado? ¿O yo soy una rara por pensar en ello?

Veremos... si lo hacemos en la primera cita, somos una "facilonas". Si no nos dejamos caer, nos convertimos en unas "estrechas". Si ellos van a lo que van (naturalmente que lo harán), son unos "cerdos". Si pasan de nosotras haciéndose el duro, "es igual que lo demás" (en este punto llegamos a la frase anterior de que van a lo que van.) No sé si es la propia sociedad evolutiva que nos llevo a tan retorcidos pensamientos, pero está claro que eso nos condiciona todas las futuras actuaciones al interactuar con ese alguien que podría convertirse más tarde en "especial". No logramos pensar claramente y verlo todo limpio. Porque intentamos demasiado, ambas partes, en ponernos en el lugar y cabeza de la parte opuesta.

Siento decepcionar a la mayoría de los "machotes" de hoy día, pero sigo siendo una clásica, esperando a ese príncipe azul que nunca llegara, siendo igual de "estrecha" como la mayoría puedan pensar y escalaré rocas y montañas en tacones porque me da un pronto y en vez de cambiarme decido ir a trepar los rocosos acantilados del Mar Mayor  en La Manga o subiendo cuestas en la montaña. ¡Y con vestido! (Confieso que me sorprendió no romper el tacón de ninguno de los dos zapatos... marca buena :-)  ).

Lo que intento decir es que aún quiero pensar que ahí fuera existe algo diferente ( aunque probablemente no lo haya). Y que aún puedo sorprenderme (aunque seguramente no lo haga). Pero siempre queda la esperanza. ¿O no? Si cada uno pusiéramos de nuestra parte un poquito solo... muchas reflexiones de este tipo no serían necesarias.

1 comentario:

  1. Cada nueva entrada es un paso más acercándome a ti, querído lector y a tus inquietudes, que pueden coincidir con las mías. Y siempre comparto mi alma desde la más profunda sinceridad.
    Los temas quedan abiertos para que puedas exponer tu perspectiva, sea en acuerdo o discrepando. Conocer nos hace crecer. Y compartir nos hace más grandes como personas.
    Puede que los príncipes azules sigan existiendo en busca de sus princesas... Aunque por desgracia ni unos, ni las otras se dejan ver más a menudo. ¿O es uno mismo quién mira desde la perspectiva equivocada?

    ResponderEliminar