sábado, 16 de agosto de 2014

Mis lecturas: #Seda

¿Lo recuerdas? Si, tú. Ese olor al abrir un libro. Pues yo lo había olvidado.

El que te empapa hasta la médula. Huele a nuevo, puesto que acabas de comprarlo. O será que nunca abriste sus páginas hasta ahora, no importa cuando haya sido su adquisición. Y aún así, de algún extraño modo, es un olor a nuevo-viejo. Porque el papel de un libro, siempre a olido a viejo. Tan agradable. Mi mente identifica sabiduría y cultura con cada inspiración. Y no me canso de sentirlo invadiendo mis fosas nasales. ¡Cuánto lo había echado de menos!

Ahora por fin, puedo bañarme entre sus letras. Y todo ello porque alguien se acordó que, en mi agitada vida estos últimos dos meses, necesitaría un empuje. Un "algo" que me inspire y me devuelva las ganas de soñar. Y eligió por mi. En tanto que yo no podía. ¡Qué sorpresa más inesperada! Y venia con un regalito dulce y achocolatado para subir el nivel de azúcar y la energía para seguir adelante con mis tareas.

Al abrirlo, no tenía la certeza de que me iba a gustar. Ni siquiera de si iba disfrutarlo. Una dedicatoria me animaba seguir:

<< Para el verano sin tiempo
para leer ni escribir
de Oana,
este librito que
da ganas de leer,
y también de escribir.
                Luis
              Murcia, agosto 2014 >>

No hay cosa que más me guste que la fecha en los libros cuando se compran/reciben como regalo. Me gusta volver atrás cuando los encuentro por casualidad de nuevo en mi biblioteca y rememorar ese momento en el que lo leí por primera vez. O cuándo lo he recibido y aún no pude adentrarme entre sus páginas.

El contenido de la dedicatoria, junto al respeto y aprecio que tenía por la persona en causa, fue determinante suficiente para, a pesar de la falta de tiempo, ir haciendo huecos para leer. Alguien me prometía inspiración entre sus primeras páginas.

Actualmente voy por el capítulo 19. Capítulo que no he temrinado de leer ya que... Me han entrado ganas de escribir y actualmente me encuentro tecleando esta profunda reflexión para todos vosotros. Y sigo oliendo a nuevo-viejo. ¡Y me encanta!

Serán las ideas preconcebidas, será simplemente que algunas palabras estimulan tu mente o serán probablemente mis ansias por adentrarme de nuevo en la escritura. No lo sé. Ni me importa.

Aquí estoy. A punto de volver al Capítulo 19. A raíz de todo este acontecimiento inesperado y fortuito, decidí empezar a escibir reseñas de los libros que voy leyendo. junto a mis propios pensamientos derivados de los mismos. En un futuro cercano.. Éste sería el primero en reseñar.

Y ya puedo volver a soñar... ¡Gracias!

2 comentarios:

  1. Que precioso regalo, recibir un libro. Es tan cierto que es un olor tan suyo que no se olvida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto. No hay mejor regalo que el conocimiento!

      Un libro... Es ese tipo de olor que siempre vuelves a recordar como si nunca te hubiese faltado. No importa cuánto a pasado desde la última vez. Y a mi personalmente es una "fragancia" que me lleva soñar despierta.

      Gracias por dejar tu opinión y por leerme!

      Un abrazo!

      Eliminar