sábado, 30 de junio de 2012

PeRDiDa


Estoy perdida… y no sé qué camino coger a partir de aquí. Estamos en el aquí y ahora y esto me hace daño, me deja sin fuerzas y exprime toda mi voluntad.

Seguro que tú también en algún momento te sentiste así; perdido, vacío, sin rumbo y algún que otro momento de serenidad pasajero. Vas buscando el olvido, pero guarda cada recuerdo tan presente en tu memoria que logras tu solo perturbar tu propia tranquilidad. Y lo piensas tantas veces que llega un momento en el que nada consigue devolverte la paz. Y estás perdido… Caminas a oscuras, esperando que alguien encienda una luz al final del trayecto hasta donde alcanza tu vista. Y todo ello, porque te niegas enfrentarte a tus temores y tu pasado recién presente, coger la vida tal y como te viene, moldearla a tu camino, tender la mano y buscar el interruptor tanteando la oscuridad y encender tu mismo esa luz que tanto deseas encontrar. Y cuanto más te conformas en este estado latente, más difícil y lejana encuentras la salida. Y es duro, claro. Difícil, pero no hay que empeñarse en pensar que es imposible.

Sí, es bueno que los más cercanos vean que estas mal cuando estás sufriendo o te hacen daño. Pero tú tienes la obligación de indagar en tu interior el tiempo que te haga falta para descubrir cuál es la causa exacta que provoca ese estado. De ahí, el siguiente paso es juntar todos los recursos que tengas más o menos a mano, más o menos fácil de usar y levantarte, estableciendo objetivos a muy corto y corto plazo para ir subiendo metas poco a poco.

Avanzar siempre es mejor opción a quedarse estancado, empañando tu vista y tus oídos. Duele. Por supuesto. Nadie dijo que sería fácil. Pero sí muchos que es necesario. Y yo me atrevo ir más allá. Necesario NO, IMPRESCINDIBLE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario