miércoles, 13 de junio de 2012

PueDe...

Un grano de felicidad... que con tanto ímpetu sostenias en la palma de tu alma resignada,como si fuera un diamante en bruto tan ignorantemente estas dispuesto a soltar al vacío por las sombras del pasado que tu mismo aún dejas que te persigan... o estabas deseando que lo hicieran... pues ahi están... aquí las tienes en las puertas de tu alma herida  curada con parches de ternura, sabiduría y cariño.

Normal... Ahora te sientes fuerte otra vez para probar el dulce néctar del desengaño, que con el poco paso del tiempo... ya no te hace tanto daño como lo hacía recien antaño. Inconscientemente, dejas dezlizar entre tus dedos la piedra preciosa que al parecer tanto habías deseado encontrar y contrariar a tu conciencia convecida de su inexsistencia, al abismo abrupto sin acordarte si quiera de comprobar que no se romperia en un mar de cristal al tocar fondo entre tantos golpes que le lanza su caída al vacío...

Y es entendible... en tu egoísmo puramente humano, no quieres perder la tranquilidad y relajación escondidas en una sola mirada capaz de trasladarte a misteriosos mundos y lugares más alla de tu racionalismo. Pero un solo instante... una sola mirada del pasado hacía ti... un solo seco llamamiento... y tu te rindes a sus pies. Pesa el pasado en nuestro presente y lo hace a veces de tal manera que es capaz de derribar el futuro que tan claramente se dibujaba a través de lo que nos gusta ver como "destino"... El futuro se vuelve turbio, opaco a tus ojos que van buscando razones para recuperar el pasado.

Y no es que caiga en el olvido o que se guarde a través de recuerdos... es que fue tan diferente, tan intenso, especial y tan poco mundano que hace que ni siquiera haya existido... y asi es como un nuevo cuento de hadas cobra vida... y su final feliz.... nuestra imaginación puede ser muy generosa y cada uno busque el suyo... Algunos ya perdimos el nuestro o estamos a punto de perderlo... cuando las sombras del pasado ensordecen nuestros oídos, ofuzcan nuestras miradas y ciegan nuestros ojos, los labios sellados se convierten en montañas... inmutables, silenciosas por fuera y gritando a voces por dentro.... pero el diamante choca contra las duras rocas que lo forma y resuenan fuerte en su caída... y ya no logra escuchar tu silencio... Y no porque no quiere, sino porque la montaña espero demasiado en gritar y mover sus árboles para amortiguar la caída...

Y puede que algún día... la felicidad aunque sea en un grano de arena.... nos aferre a algo que no nos deje caer sin alas al vacío cuando saltas por un frágil, posible y menguante.... "nosotros".

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